sábado, 7 de septiembre de 2013

REFLEXIÓN SOBRE LA DISCRECIÓN.


Muchas veces, personas relacionadas  al área de la salud o no, desean adquirir información que no les compete o si bien es necesario que la sepan, por secreto profesional no se puede divulgar.

Estas personas utilizan una técnica muy antigua que se denomina la INGENIERIA SOCIAL y consiste en que antes de averiguar la información a la cual no tienen acceso, se documentan sobre el sistema al cual quieren acceder y por medio de mentiras y engaños tratan de hacerle creer al profesional de la salud o a quien tenga la información que ellos son personas autorizadas y hacen que de una u otra manera divulguen  el estado del paciente o datos personales que corresponden al secreto profesional.

Es importante reconocer este tipo de prácticas pues teniéndolas en cuenta y actuando de manera ética con diligencia y cuidado, nos podemos evitar inconvenientes no solo con el paciente sino con un tribunal ético. 

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